
CNNexpansion -Al subir por las faldas del Ajusco, en la Ciudad de México, uno se topa con una hacienda. Es una copia fiel de un inmueble colonial, donde se respira nostalgia y trabajan 130 personas. Se llama ‘Hacienda el Amor’, copiada de un viejo casco bien conservado en Tequisquiapan, Querétaro.