La seguridad ha adquirido una presencia dominante en el mundo: hay más cautela y precauciones al manejar, al salir de noche, al recibir a alguien en la casa, en esencia, la gente es más desconfiada.
Sin embargo, en la mayoría ese comportamiento desaparece en cuanto se conecta a las redes sociales. Esto resulta más preocupante al caer en cuenta de que, según datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), en México ya hay alrededor de 35 millones los usuarios de Internet y de esta cifra 61% utiliza las redes sociales.
Y esta popularidad sigue en ascenso, por lo que es muy importante estar conscientes de los riesgos que implica su uso como, la descarga inadvertidamente de archivos con códigos maliciosos a través de aplicaciones de terceros que pueden dañar el desempeño del equipo; facilitar el robo de datos como contraseñas o de menos llenarse del llamado correo spam o basura.
Entre más información haya de cada uno, de los hábitos, gustos, costumbres y relaciones, serás más vulnerable. La información personal puede ayudar a un delincuente a establecer una relación en línea contigo y convencerte de reunirse ey esto representa una situación de riesgo. Puede también facilitar un robo de identidad, de casa o hasta la planeación de un secuestro.
La vulnerabilidad aumenta debido al falso sentimiento de seguridad que da la ausencia de interacción física, ya que al ser espacios donde te encuentras con amigos, te olvidas que la información que se comparte (algunas veces incluso para impresionar), otros pueden verla.
¿Cómo protegerte?
Limita la información personal que publicas. Nunca escribas tu dirección o teléfono, la agenda o rutinas. Si tus contactos publican información sobre ti, asegúrate de que no sea algo que no querrías compartir con un extraño.
Recuerda que Internet es un recurso público. Aunque estés entre amigos, no olvides que es más “una fiesta en el parque que una reunión en la privacidad de tu hogar”. Un punto muy importante , que con frecuencia se olvida, es que una vez que publicas algo en línea, no te puedes retractar, al menos no con facilidad. Incluso, si remueves la información de un sitio, pueden existir versiones en los equipos de otras personas.
Cuidado con los extraños. En Internet es muy sencillo que alguien se acerque con una identidad o motivación falsas. Es preferible poner filtros a la gente que quiere hacer contacto y si interactúas con alguien que no conoces, cuida la información que das y ojo con aceptar reuniones. Si quieres hacer nuevos amigos, agrupa tus contactos y asígnales diferentes niveles de acceso a tu información.
Actúa con escepticismo. No creas todo lo que lees en línea. Si suena demasiado bueno para ser verdad, seguramente lo es. Siempre verifica la información.
Revisa los parámetros. Todos los sitios tienen parámetros de privacidad, úsalos y no te conformes con los que vienen por default. Revísalos periódicamente, pues los sitios suelen cambiar sus políticas.
Cuidado con las aplicaciones de terceros. Aunque son muy tentadoras, sencillas y adictivas, ya que te permiten jugar, organizar cumpleaños, leer el horóscopo y demás, hay que tener cuidado al decidir cuáles descargas. Evita las aplicaciones que luzcan sospechosas y modifica los parámetros para limitar la información a la que éstas pueden tener acceso.
Usa contraseñas fuertes. Protege tus cuentas con contraseñas que no puedan deducirse o copiarse con fácilidad. Es engorroso, sí, pero intenta tener una contraseña diferente para cada cuenta, sobre todo, no uses en las redes sociales la misma clave que para la banca en línea. Actualiza el navegador web. Instala las actualizaciones de software (incluidas las de los programas antivirus) para que los predadores cibernéticos no puedan aprovechar problemas o vulnerabilidades conocidas. Muchos sistemas operativos ofrecen actualizaciones automáticas, considera aceptarlas.
Educa a los niños. Las recomendaciones anteriores no serán efectivas si no se extienden al entorno inmediato. Los niños son muy susceptibles a las amenazas presentes en las redes sociales. A veces porque pretenden ser mayores para acceder a estos sitios, otras por su natural ingenuidad que no les deja ver los riesgos de compartir demasiada información en línea.
Fuente: www.mundoejecutivo.mx / Mujer Ejecutiva
Publicado por: TuDecides.com.mx
Edición: Adrián Soltero
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